Este escrito es parte de Fabulas Lamentablemente Contemporaneas
Espinas encajadas.
Lo que sea, no importa, esto es solo una historia mas, sobre otro ser vivo, en un bosque cualquiera, ni siquiera importa su nombre, en este bosque vivirán muchos seres eso no importa, hay uno que tomara nuestra ingenua atención, puercoespín, en lo que podríamos denominar el patio de nuestro bosque, este puercoespín acaba de nacer, el odiara esta tarde de abril, su mamá hace un último esfuerzo, y vaya que es ultimo, con su último esfuerzo da luz a su hijo, el puercoespín del que les hablaba, mala suerte para Puercoespín, nace viendo la agonía que su mamá ha sufrido, ese fue el último aliento de la mamá de Puercoespín, pero el primer vistazo de su hijo, puercoespín sabe que ya no está seguro, o es lo que presiente, pero realmente no lo sabe, sus púas serán blandas, debe asegurarse por sí mismo hasta que sus púas tomen forma y dureza y le sirvan como mecanismo de defensa, se siento abandonado pero el cuerpo de su mamá sigue frente a él, solo que esta dormirá mucho tiempo.
Puercoespín no podía contenerse, la tristeza era muy grande, pero pensó- Esto es muy peligroso, debo esconderme hasta que se endurezcan mis espinas, no faltara mucho- después se alejo del cuerpo de su madre con dos lagrimas que cayeron al caluroso pasto de aquel bosque, parecía fácil esconderse para Puercoespín encontró un hoyo en una árbol y decidió alojarse ahí no más de una hora, cuando por fin pudo entrar al agujero se sintió seguro -Esto es reconfortante- dijo en voz alta, pues estaba emocionado por sentir esa sensación de seguridad, pero alguien mas estaba allí, y había oído las palabras de puercoespín, era un gusano, el cual estaba disgustado por la visita de aquel puercoespín, le disgustaba la presencia de Puercoespín en su escondite, pero Puercoespín no se dio cuenta de ello, solo lo miro, esperando que este dijera algo -¡largo, no eres bienvenido aquí!- grito inconteniblemente aquel gusano, pero Puercoespín no entendió por que aquella furia –¿Porqué tanto enojo?- cuestiono inmediatamente Puercoespín, el gusano se enfureció mas –¡Bah!, este es mi escondite busca uno para ti mismo- exclamo casi sin aliento aquel gusano enojado, Puercoespín se sentía amenazado, sus espinas no habían endurecido, no podía dejar aquel lugar -Vamos, este lugar es lo bastante grande para ambos, déjame quedarme, ¿qué puedes perder?- dijo Puercoespín intentando convencer aquel gusano malhumorado, el cual se había calmado ya un poco -¿Qué que puedo perder? No tienen vergüenza, hoy un ave ha devorado a todos mis parientes convirtiéndolos en comida para sus crías, excepto por mi hermano que ha quedado desamparado, deambula por el bosque sin saber qué hacer en caso de lo que sea, no sabe nada, no puedo confiar a nada que pueda moverse en mi contra- dijo muy alterado aquel gusano, Puercoespín le aseguro que no intentaba dañarlo ni nada por el estilo, pero aquel gusano seguía indeciso, hasta que por fin se acerco un poco a Puercoespín –Esta bien dejare que te quedes en mi escondite, pero quiero que sepas que no estoy cómodo con tu presencia, de hecho podría decirte que te odio- dijo no muy amablemente el gusano, Puercoespín no se sentía seguro, pero tampoco lo haría fuera del escondite, así que tenía que conformarse con lo que tenia: Una seguridad que no se podía sentir…
Puercoespín no entendía porque el gusano que ahora lo acompañaba había tenido tan mala suerte, ¿Realmente la vida sería tan cruel como para despojarte de tus seres amados?, no, no puede ser, fue la respuesta mental propia de Puercoespín, sabía que nada podía ser tan malo, así que tenía que animar a aquel malhumorado gusano -¿Usted quería a su hermano?- le pregunto Puercoespín a su no amigo gusano, el gusano se le quedo viendo fijamente a Puercoespín –Claro, yo quería mucho a toda mi familia, todos los gusanos con los que crecí y a los que vi crecer, pero a mi hermanito, era como un sobrino, era muy chico para ser mi hermano, pero a él lo apreciaba más que a los demás, el era mi esperanza- dijo entre llantos El gusano a su amigo el Puercoespín, Puercoespín sabia que debía hacer, así que se acercó a Gusano –Yo, te ayudare, realmente quiero ayudarte, tu hermano no está muerto te lo puedo asegurar, y te ayudare a encontrarlo, mis espinas están listas para defenderme, pero también te defenderé a ti, y claro que defenderé a tu hermano- exclamo bajo una emoción increíble Puercoespín, Gusano no podía hablar estaba atónito por la conducta de Puercoespín, y solo pudo poner cara de emoción, y afirmar con la cabeza…
Salieron entonces de aquel agujero, de su escondite, ya no lo necesitaban, si debían adentrarse al peligro que envolvía a su hermano primero debían salir a donde no había escondites…
“Caminaron” durante varios minutos intentando llegar al lugar del incidente, y de ahí explorar sus alrededores, hasta encontrar al hermano gusano perdido nunca muerto, Puercoespín sentía que algo lo asechaba, que algo los vigilaba, que algo era muy peligroso. Entonces se oyeron pasos, pasos muy fuertes, casi se notaba que trotaban, debían huir, esconderse, pero habían abandonado ese mundo, no había donde – ¡Esto es peligroso! - le gritaba Puercoespín a Gusano, por otro lado Gusano solo intentaba seguir el paso de Puercoespín muy preocupado, Puercoespín sentía que sería el fin, y de pronto dejaron de oír los pasos y comenzaron a apresurar el paso, cuando una lengua a una velocidad ridículamente rápida paso cerca de Gusano – ¡Ah!, un camaleón, me va a matar, aléjalo- gritaba desesperado Gusano a su único amigo: Puercoespín, entonces Puercoespín se interpuso entre el camino del camaleón a su mejor amigo Gusano, escondió su cabeza dejando solo las espinas a la vista, y el tonto camaleón soltó su lengüetazo veloz, grave error, quedo atascado, y sufriendo un terrible dolor a la vez, este se movía alocadamente, no podía contener el dolor, debido a esto también movía a Puercoespín el cual se alteraba y comenzaba a hacer fuerza para mantenerse en un solo lugar, hasta que la lengua de aquel monstruo se rompió dejando salir un liquido que cayó en los ojos de puercoespín, se sacudió rápidamente, mientras oía los gritos de desesperación del camaleón mientras se alejaba –Creo que fuimos muy crueles con el- Dijo Puercoespín después de observar el pedazo de lengua que quedo colgando en sus espinas, Gusano se había enrollado y se encontraba al lado de un árbol, puercoespín se le acerco rápidamente para decirle –Todo estará bien no te preocupes, vamos, debemos encontrar a tu hermano, aquel demonio ya se ha ido- dijo Puercoespín intentando calmar a su amigo, Gusano volvió en sí y le agradeció a su amigo por arriesgar su vida de esa forma, vagaron un buen tiempo intentando llegar a algún lugar, y entonces a lo lejos vieron un gusano uno pequeño o por lo menos mas que Gusano, Puercoespín estaba muy feliz, y Gusano mucho mas, sabían que ese era, y fue entonces cuando Puercoespín afirmo alegremente – Te lo dije, siempre te dije que todo iría bien, que no iba a pasarnos nada, y aun mejor que íbamos a encontrar a tu hermano- le decía Gusano, causando que se vieran entre ellos en lugar de al camino, era un momento lleno de felicidad y asombro por parte del gusano, hasta que por fin se encontraron cerca de su hermano lo bastante cerca como para…
Deja de leer a partir de aquí, arma tu propio final que no siga mis idea, te lo ruego, créeme, es lo mejor.
Se encontraron lo bastante cerca de él, dejaron de mirarse entre ellos y comenzaron a ver al hermanito perdido, pudieron ver sus ojos que tiraban lagrimas de la más profunda tristeza, pudieron ver su boca que aullaba de dolor, -Estamos aquí no te preocupes- Le decía a su hermano Gusano, pero también pudieron ver su cuerpo, así es, querido lector, pudieron ver su cuerpo partido a la mitad y medio aplastado, un camaleón muy adolorido ha pasado rápidamente por encima de aquel pequeñito gusano que ahora lloraba y gritaba de dolor, Gusano mayor no podía soportar esta escena y se volteo –¿Por qué no me ves?- decía su hermanito menor, y Gusano llorando le decía –No puedo despedirme, ¡no quiero!- dijo entre los más profundos llantos de su alma de insecto, aquel hermanito suyo se retorcía entre dolor, y lloraba, cada lagrima que caía, intensificaba el dolor que en cuerpo cortado sentía, Puercoespín se sentía muy apenado, -Tienes que ser fuerte, tienes que despedirte de tu hermano- le decía amablemente Puercoespín a su mejor amigo Gusano, pero Gusano estaba lleno de odio –Tu tienes la culpa, ¡Tú me diste falsas esperanzas!, tú hiciste que mi dolor terminara conmigo, tu prometiste que estaría vivo- gritaba furioso Gusano, volteo a ver a su hermano, y vio exhalar su último aliento, su hermanito había muerto, que triste situación, pero para Gusano no solo era triste, era detestable, lleno del más puro odio salto con furia sobre Puercoespín intentando acabar con él, pero lo inevitable paso, Gusano murió encajado en las filosas Púas de Puercoespín su único amigo, cayendo bajo esta malévola traición, ambos gritaron, Puercoespín grito por desesperación, pero en cambio Gusano grito por agradecimiento lo había librado de su terrible vida, pero algunos dicen que también pudo haber gritado por el terrible dolor que sintió, Puercoespín estaba dolido por dentro, estaba acabado mentalmente no resistía, así que se tiro de espaldas en medio de la nada del bosque, el esperaba que sus espinas le trajeran seguridad y con ello felicidad, pero así no funciono la vida, literalmente tenia cadáveres pegados a sus púas, y a pesar de no haberle conocido, extrañaba a su madre más que nunca, pero se tiro en medio del bosque, y esperaba no hacer nada, no quería suicidarse, pero no tenía ganas de hacer algo, se tiro en medio del bosque, sus espinas casi penetraban el suelo del bosque, paso varias horas ahí ya había anochecido, paso más horas, y ya habían amanecido, ahora aunque quisiera vivir ya no podría, no tenía nada que hacer, pero si hacia algo, que hipócrita, estaba llorando por la muerte, lloraba por su mamá, lloraba por su mejor amigo, y lloraba por el Gusano menor, pensó por un momento: Todo fue mi culpa. Y cuando termino su pensamiento una mordida en su abdomen acabo con la vida de aquel feliz Puercoespín, el lobo que antes había trotado cerca de ellos, aquel que había hecho sentir miedo Puercoespín, ahora tenía un manjar sangrante en su boca, pero no solo la sangre de Puercoespín, recordemos que morder un puercoespín aun en la posición en que se encontraba no es muy… satisfactorio.
No será una enseñanza exactamente, pero es una verdad, recuerda que entre más grande es tu optimismo y tus expectativas, mas dolerá conocer la verdad.
